Hasta ahora en esta serie de artículos donde analizo cuáles daños pueden calificar para los beneficios de la compensación laboral y cuáles no, he mencionado lesiones por quemadura y por resbalones y caídas. Entre las lesiones incluidos en el sitio web de nuestro bufete se encuentran daños psiquiátricos y psicológico, y hablaré de ellos hoy.
La mayoría de personas relacionan lesiones en el trabajo con daño físico, pero ocurren lesiones psicológicas y/o psiquiátricas también. Mientras es casi imposible verlas, sus efectos sobre el trabajador son igualmente válidos y reales. Según las leyes de la compensación laboral, para ser elegible para compensación un trabajador debe recibir un daño que surge de y ocurre en el contexto de su empleo:
Hay una miríada de trastornos psicológicos y psiquiátricos que pueden relacionarse con el lugar de empleo. PTSD (trastorno de estrés postraumático), ansiedad y depresión son sólo algunos de los más comunes. En lo tocante a la compensación para los trabajadores, hay tres categorías tradicionales de casos: físico-mental, mental-físico y mental-mental.
Los casos físico-mental se refieren a los que involucran una lesión física que lleva a un problema psicológico. Por ejemplo, se lesiona un trabajador en su trabajo. Conforme pasan las semanas o los meses no muestra mucha mejoría y comienza a desanimarse. Este desaliento se transforma en una depresión severa que le altera la vida. Así, la lesión física da lugar a un daño mental.
Los casos mental-físico se refieren a casos en los que un estímulo emocional causa una reacción física y la discapacidad. Digamos que un empleado tiene un trabajo en una instalación que requiere que repare ascensores. En el transcurso de trabajar con un elevador se rompe un cable y la cabina se precipita hacia abajo; el empleado tiene una experiencia que pudo haber causado la muerte, pero sale ileso. Sin embargo, se encuentra imposibilitado para acercarse al elevador sin tener un ataque de pánico lo cual, por supuesto, interfiere con su trabajo como técnico de ascensores. En este caso, una lesión mental causa una reacción física. Es improbable que las cortes de Georgia reconozcan este tipo de caso como merecedor de beneficios para una lesión física, ya que tal lesión no ocurrió y, por lo tanto, no causó el daño mental.
Los casos mental-mental son los en que un estímulo mental (usualmente representativa) causa un daño psicológico. También son llamados reclamos de “estrés puro”. Este tipo de daño puede surgir del acoso en el trabajo, por ejemplo. Los casos mental-mental típicamente son los menos compensados, aunque las cortes en algunos estados comienzan a reconocerlos como válidos. Actualmente Georgia no permite beneficios de compensación laboral para este tipo de daño psicológico tampoco.
Los daños mentales debilitan, igual que las lesiones físicas; requieren tiempo para sanar y tratamiento por profesionales capaces. Ambos aspectos pueden arreglarse a través de los beneficios de la compensación para trabajadores. Independientemente de que su daño mental haya surgido de una experiencia (tal como un robo o un asalto), o que tenga su raíz en una lesión ocurrida en el trabajo, usted probablemente necesitará la ayuda de un abogado con experiencia en Georgia cuando busca su compensación.
Si usted trabaja en Georgia y sufre de un daño psicológico o psiquiátrico, contacte nuestras oficinas en Atlanta para asesoría con compasión y encontrará consejo sobre su tipo de caso y ayuda en conseguir los beneficios de la compensación laboral a los que tiene derecho bajo la ley.